Playas recónditas, Palacios de fábula, Pueblos de leyenda; Naturaleza y mar y horizontes infinitos vislumbrados desde montes y acantilados de vértigo.
Experiencias que ningún visitante olvida y que los naturales aprecian desde siempre.
Cudillero, emblema de los pueblos marineros del Cantábrico, invita a perderse por sus empinadas callejas, saborear su legendaria gastronomía o admirar la puesta de sol desde sus muelles.
Y a la vuelta de la esquina, un litoral que sorprende con increíbles playas y ocultas ensenadas: La Concha de Artedo, la Playa del Silencio, auténtica joya engastada en la roca, los arenales de San Pedro de la Ribera o la Playa del Aguilar son sólo una muestra.
Asomarse a los acantilados del Faro Vídio, ascender entre pinares a la ermita de Santa Ana, con sus vistas únicas del litoral, o practicar el senderismo y montar a caballo por las innumerables rutas cercanas son experiencias que merecen la pena.
A muy pocos minutos de nuestro Hotel descubrirá el afamado valle de las Luiñas donde podrá visitar la célebre Iglesia de San Martín de Luiña o descubrir las maravillas ocultas del Palacio de Los Selgas y sus hermosos jardines en la vecina localidad de El Pito.
Como ineludibles no pueden dejar de citarse las visitas al moderno Centro Oscar Nyemeyer de Avilés próximo al tan bien ponderado casco antiguo de esta villa o a las obras maestras del prerrománico asturiano en las inmediaciones de Oviedo, únicas en el mundo.